Sub-crónica JEAN BOUIN: Aventuras y desventuras de la ley de Murphy al Límite.

 


Para entender esta sub-crónica, vinculada a la Jean-Bouin, y con más giros dramáticos de los acontecimientos que la saga de juego de tronos… remontémonos al jueves 25 de noviembre…

Ese día fui a trabajar en turno matinal a la empresa, a realizar mis labores de técnico de climatización, cuando de repente, se desconectó una manguera de proceso y la sosa al 3 % me dejó el ojo más rojo que el culo de un mandril. Primeros auxilios, visita en oculista de mutua, pomada, colirio y a funcionar… ¡¡¡casi me quedo sin carrera!!! ¡¡¡Que susto!!!

28 de noviembre: Gran cursa Jean Bouin!!! Éxito total. Eje central de la crónica.

29 de noviembre: Vuelta al trabajo, ¿¿¿qué leches le pasa al ojo??? ¡¡¡Vuelve a ser el ojo de Sauron!!! La mutua me concede la baja por accidente… pa casa... ¡¡¡pos no se está tan mal!!!

30 de noviembre: Me levanto de la cama y… ¡¡¡no me levanto!!! ¡¡¡Ricardo!!!, ¡¡¡Esto no estaba en el planning del trozo de papel de la secadora!!!! Me acaban de pinchar un cóctel molotov antiinflamatorio y sedante. El cojín de adorno de mi cama me está hablando… o habla con el radiador… no sé… estoy flotando…

MORALEJA DEL CUENTO: Si soy capaz de generar todo este volumen de penurias en 10 kilómetros, no quiero ni pensar que pasará, cuando, el equipo en su totalidad se apunte a la maratón del 2022. Ole,Ole y Ole!!. 

MORALEJA DEL CUENTO 2: Si tenía pensado hacer un sub 55... ¡¡¡pringao!!! ¡¡¡no te metas un sub 52!!! Algo habré aprendido... o no...


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