¿Qué es Salomon Run Afterwork?,
¿quizás una quedada bisexual?, ¿quizás una party rave non-Stop? Eso nadie lo sabe y dudo mucho que lo
lleguemos a descubrir en futuras quedadas de este “evento”.
Siendo convocados a las 19,15 por
la organización, el par de chicos sensibles de SQ, fueron hacia el restaurante Boo de Bcn a
recoger su bolsa de corredor. En ella había una super camiseta de algodón con tejido
desconocido de la marca china kunf-fu- li, con un transfer de Salomon en su parte anterior.
Toda una prenda de vestir para usarla en el camping y la playa.
Divididos en grupos de runners,
según nuestro nivel, salimos a voltear los alrededores de bcn. Eramos una pandilla de cabras sin
seguro, sin ambulancia, sin policía, sin cortes de tráfico, o sea, un puto peligro para la
sociedad que nos rodeaba. Ya nos comentaron los organizadores que si sucediese algún altercado
nos arrancarían la camiseta guay y nos tirarían al primer contenedor orgánico.
Rafa, realizando un 10 k sin
pararse (solo en los semáforos rojos) realizó su cursa 99. Yo me descolgué del grupo durante 1 k,
ya que comenzó a pasar factura ese tobillo maltrecho. Fue todo un gran entreno de calidad,
tirándonos una libre que a falta de 2 kilómetros para acabar impuso un ritmo por debajo de 4
minutos el kilometro, difuminando, hasta entonces, a nuestro bonito grupo.
Una vez duchados en los
vestuarios arrima-pollas del campo de futbol cercano (ahí estaba la verdadera orgia), pasamos al
ambiente lúdico-festivo del Boo. Un stand con merchandaising Salomon y una Moritz en la mano prometían
una buena velada. Plato en mano, tenedor en mano, brochetas en una plancha
tipo wok, paella, ensalada, fideuá… y podemos comprobar como nuestros compañeros
“runners” ya no son compañeros y todo lo que sale es absorbido por unas masas poseídas a lo
walking dead.
Abandonamos el local valorando el
evento a la baja, ha sido diferente. Espero que el día que se realice la “Sant Oleguer Limite night
10 km” esté mejor organizada que esto. Con más hambre que el perro de un ciego nos fuimos
a pegarnos un homenaje al Malagrapa de Cerdanyola. Al llegar pedimos una mesa para
dos….eso si que fue intimo….y gay.
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